Fué en el año 1980 cuando me inicié en la técnica del tapiz de alto lizo.

Había estudiado Farmacia, que no ejercía, y del Arte solo tenía nociones generales;no sabía nada de las reglas del color, del equilibrio o del ritmo. Sin embargo, apoyándome solo en la intuición y en una cierta sensibilidad,

para mi fue una sorpresa ver lo que salía de mis manos.

Sentía una gran alegría.

Fue el descubrimiento de unas posibilidades hasta ese momento desconocidas tanto propias, como de la técnica recién iniciada, pero esta alegría inicial pronto desaparece. Cada vez me sentía más comprometida y mi inquietud principal era la comprensión de lo que es el Arte y sobre todo el Arte Contemporáneo.